La receta de las pechugas me la dió hace años una prima de mi marido, Cristina Martín, que en nuestras visitas a su casa solía ponernos este plato, a mí me encantaba. Lo comíamos con patatas fritas, ensalada o guarnición de arroz, pero un buen día, decidí que quería aprender a hacer cebolla caramelizada, tan de moda últimamente por todos lados, más tarde decidí que casarían muy bien por su sabor y en casa resultó un éxito.
Estas son recetas para tontos, como yo les digo, por que son facilísimas. Mientras se están haciendo las pechugas tenemos tiempo para hacer las cebollas y alguna ensalada.
PECHUGAS DE POLLO CON NATA
Ingredientes:
-Filetitos de pechuga de pollo.
-Nata líquida para cocinar (bote pequeño).
-1 sobre de sopa de cebolla de la marca Knor o Gallina blanca (con otros no me gusta).
Disponer en una bandeja de horno o recipiente pyrex las pechugas, en un solo piso, y juntas, de forma que queden cubiertas con la nata y se le espolvorea el sobre de sopa por encima (tal y como está, en seco, se espolvorea el polvo). Lo mismo sobra parte del sobre, por que si se haarcen pocas (por ejem.para dos personas, si se echa todo saben muy fuertes). Se echa sobre solo para cubrir de polvo, pero no para crear costra gorda.
Al horno precalentado unos 20-30 minutos, unos 180-200 gradoos. Pinchar antes para comprobar que estén echas.
CEBOLLA CARAMELIZADA
-1 cebolla mediana +/- por persona.
-2 cucharadas de azúcar.
-1 chorrito pequeño de vinagre de Módena, o de vino dulce o de cognac, lo que tengas en casa.
- Aceite de oliva.
En una sartén con muy poco aceite (o en su falta mantequilla) se fríen las cebollas cortadas en rodajas más bien finitas, como de medio centímetro o así. Cuando estén blanquitas, ya hechas, se le echan dos cucharadas de azúcar y se va removiendo, en cuanto no se vea el azúcar, se le echa el líquido que se haya elegido (me gustan mucho con el vinagre de módena) y se espera a que reduzca un poco, moviendo de vez en cuando.
Servir.